La mente, poco a poco esa caja insustancial, observa aquello sobre lo que no tiene control y se vacia, se duerme aletargada, la voz propia se le apaga y llegan los silencios, silencios de realidad.
[Fragmentos]
Este sitio es un caviladero, un pedacito de roca en la infosfera (el ultimo continente de la semiosfera) sobre el cual destapo mi cráneo y aplasto mis neuronas. En él principalmente desuello el lóbulo frontal pero, como todo buen conexionista neurológico supone, al aplastar una de las partes del cerebro se alteran prácticamente todas y la armonía que controla el delicado equilibro de lo psíquico necesariamente se destapa en su ausencia y su presencia. Leed si os interesa, si hay tiempo y si no.
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