Rebuscar a ver

viernes, 24 de julio de 2020

35. No hay nada sagrado

No hay nada sagrado, o éso quisiera.

 

Todos podemos hablar de pornografía,

sexo, amor o violencia

pero hablar de mierda, orina,

menstruación o vómito,

lo dudo.

 

Todos podemos hablar de drogas,

de ser idiotas, falaces e incultos,

hablar de ser moralmente réprobos

o ser absurdamente estúpidos

pero

hablar de pedos, diarrea,

sudor febril,

nauseas,

de carne virulenta

(llena de pústulas

y pus),

de supuraciones, libaciones,

está más bien vetado

y como todo veto, es una veta.

 

Podemos ver pantys,

tangas, pezones y sostenes,

¿acaso podemos ver

pelos en el pecho,

rodeando las areolas;

ver pelos en las axilas;

barros blancos

y espinillas dolorosas,

hinchando la piel;

hablar de uñas encarnadas;

mocos;

noches de pulgas,

infestación de piojos

y cucarachas sobre la loza?

 

- Derenif?


34. ¿Cómo es sucio?

Dislocada reescritura.

 

¿Cómo es sucio?

 

La lengua enlodada

en el sabor de un beso,

la nariz ahogada

con el sudor y

el transparente sabor

de un sexo;

el botón de un clítoris

(la golosina de los labios)

lenta o frenéticamente

estimulado;

es una boca delirando

en el sabor vertiginoso

de unos rojos labios,

palpitantes,

encendidos.

 

¿Cuán sucio?

 

Es un seno

amarrado entre unos

dedos,

una sinfonía

de quejidos

a ambas manos,

a tres, a cuatro;

salvajes movimientos,

húmedas repeticiones,

dedos entran,

dedos salen,

resbalan presurosos

mientras

acarician lo

interno de un monte

(venusiano),

la carne suave

que se irrita en sensaciones

de cosquillas fragmentarias.

 

¿Lo posible es poco sucio?

 

Si el sudor y aroma ajenos

embarran ambos cuerpos, o más,

hay suciedad.

 

si los corazones desbocados,

en su carrera acelerada,

se derriten, presurosos,

en temblores,

bruscos movimientos

y manchones de tela,

hay suciedad.

 

Ambos sucios si las bocas

solo piensan

en el sabor ajeno,

el efluvio del tibio aliento,

lleno de hambre;

si las bocas solo piensan

en palpar otra lengua:

babosa, suave e intrusiva

(inteligente y certera);

si las bocas solo piensan

en los duros dientes blancos,

en su impertérrita e insensible

atracción,

vigías del alma ajena

vuelta trocitos de aire

revuelto por la nausea

del apetito, lujurioso;

si solo piensan en suaves

y gordos labios, quebrados,

desgastados en una noche.

 

Suciedad es

una vagina diluida

en calurosas gotas de placer,

charcos transparentes

que esperan una visita,

suciedad es

un pene erecto,

palpitante,

rojo de fuego y sangre,

esperando escupir su semen

y aletargarse

en la noche

de ése cuerpo.

 

- Derenif?


33. ¿Qué es sucio?

¿Qué es sucio?

 

Es mi lengua enlodada

en el sabor de tu beso,

mi nariz ahogada con

el transparente aroma

de tu sexo;

es el botón de tu clítoris

(la golosina de tus labios)

lenta o frenéticamente

estimulado;

es mi boca delirando

en el sabor vertiginoso

de tus rojos labios,

encendidos,

palpitantes.

 

¿Qué es lo sucio?

 

Es tu seno

apretado entre mis dedos,

la sinfonía de tus quejidos

a dos manos,

a tres,

a cuatro;

dedos adentro,

resbalando presurosos,

acariciando

la pared interna de tu

pubis.

 

¿Hay suciedad en lo necesario?

 

Estamos sucios

si nos embarramos

en el sudor

y el aroma ajeno,

si nuestros

corazones desbocados,

con su carrera acelerada,

se derriten presurosos

en temblores,

bruscos movimientos

y gemidos.

 

Somos sucios

si nuestras bocas

no piensan otra cosa

que el sabor ajeno;

palpar tu lengua babosa,

suave e intrusiva

(inteligente),

tus duros dientes,

blancos,

nuestros labios

quebrados de tanto

desgastarse.

 

Suciedad es

tu vagina diluida

en calurosas gotas de placer,

charcos transparentes

que esperan una visita,

suciedad es mi pene erecto,

palpitante,

rojo de fuego y sangre,

esperando escupir su semen

y aletargarse en la noche

de tu cuerpo.

 

- Derenif?


32. Orfandad y reflexión

Ahora la orfandad

no me agarra las solapas,

queda poco tiempo

pero no hay dolor,

no hay anestesia,

no hay inquietud;

de vuelta al mundo real,

la caída no fue un error

ò, tal vez, fue como todo

lo equívoco:

la necesaria resolución

del edén.

 

¿Cómo cocinaré?

¿Cómo lavare la ropa?

¿Cómo comeré?

 

Vacío de respuestas

(gotas diminutas,

rocío punzante

que cae del cielo),

plenitud de certezas.

 

Volver a ser humano,

volver a vivir,

a cocinar,

a ser,

la verdadera soledad

(me encanta:

la mañana sin saludos,

la extrañeza de un mundo

desolado),

volver a tomar las riendas

del caballo,

vigilarme y ser irresponsable.

 

-Derenif?


31. En la cocina hay dioses

¿Quién puso a dios en el cielo,

para sacarlo de allí?,

¿Quién dijo dioses

metidos en el olimpo, bebé?

 

Dice Heráclito

que todo es divino

(en la cocina hay dioses)

y yo diría

algo parecido.

 

Los altares siempre están vacíos,

los demonios caminan con nosotros,

de nuestro lado,

en nuestra carne.

 

La revelación no viene

del trasmundo,

la metafísica no acude al cielo,

al empíreo,

lo trascendente muere

como ontología.

 

La lujuria: Libido Sciendi.

 

Cuánto quisiera,

en la cabeza de artemisa

vagar como

fantasma advenedizo,

que su piel sienta

el helado toque de mis

pasos.

 

“Dios sive natura”,

algún día seré

spinozista

como Deleuze

(o leibnitziano?).

 

-Derenif?


miércoles, 22 de julio de 2020

30. Roberto, negro precioso

Hace unos años tuve un nuevo sueño,

peleado con las letras,

con miras a una vida de académico

¿por qué no aprender a pintar?

 

El primer cuadro que pensé,

la primera imagen que imagine:

mi padre,

ese negro desconocido,

dientes blancos,

enano domador de violentos rifles,

cabo del glorioso ejército,

victima devorada por las garras

de nuestra deliciosa barbarie.

 

Convoy licuado con balas,

emboscada guerrillera

en la lucha por la

libertad de un sistema opresor

en que

el terrateniente culea

mientras el hijo

de una familia negra,

el padre de un niño especial

y también padre de otro,

un hijo bastardo,

tiene que recibir los mordiscos

del plomo

para llevar alimento a su casa.

 

Negro hijueputa, no te conocí,

ni a ti, ni a tu familia,

fue una vida relativamente triste

con la falta, impuesta,

de una figura

cuya ausencia nunca comprendí.

 

Negro hijueputa,

no me diste los dientes,

no me diste el ritmo,

ni el color

ni el pene,

me diste un pasado interesante,

un padre bandido que mentía

para follar

(un típico soldado:

fuerte, valiente/estúpido,

machista).

 

Maricón, me regalaste una madre adolorida,

traumada por la violencia,

por el desamor y el orgullo herido,

una madre llena de culpa,

con una espina en el pecho por abandonar

la posibilidad de "una familia sana",

me diste una familia desconocida

a la cual,

algún día conoceré.

 

Negro precioso:

hiciste estupideces,

fuiste gallardo, salvaste vidas

(¿y si era tan pro, porqué se murió?),

te desconozco,

eres una sombra,

tal como dicen que lo fuiste vivo,

estando muerto eres una sombra

y creo que puedo comprenderte,

tal vez,

en nuestra sangre corre un hambre atroz,

un hambre que la deficiente educación

erótica y sexual

nunca nos enseñó a sobrellevar.

 

Negro, Roberto, mi negro desconocido,

ojalá no hayas sufrido demasiado

siendo puré de señor cerdo.


-EGO Derenif Yahir G.

29. Telemática

Telemática.

Cuerpos desnudos,

heridas deseosas,

carnes henchidas de

fuego,

febril tibieza

que provoca estertores

y respiraciones entrecortadas,

momentos pletóricos,

convulsos y

gimientes.

 

Cada historia

en su propia página,

en su propia laptop,

risas en la noche,

lo delicioso del orgasmo,

lo ridículo del deseo,

lo satisfactorio

de los coquetos dedos.

 

Las mordidas en los

propios labios,

(befos ensoñadores)

muecas eróticas

e inconscientes,

miradas hambrientas.

 

Voces, ruido, silencio.

Soledad.

 

-Derenif?


28. Tres a la vez

Tres a la vez,

confidencias,

letras,

poemas.

 

Tres a la vez,

rojo,

negro,

negro.

 

Tres a la vez,

sensualidad,

recato,

erotismo.

 

Tres a la vez,

 admiración,

confianza,

cariño.

 

Tres a la vez,

conversaciones,

palabras,

silencios.

 

Tres a la vez,

¿todos

en el mismo juego?

 

-EGO Derenif Yahir G.


27. Momento de responder 1

Momento de responder,

hoy no hay sombras

ni calor,

no hay negros contrastes

ni gusanos de colores.

 

Hoy hay reguetón,

hay un día frio,

hay una cercanía

con mi anhelada vida:

escribir, escuchar música

y mientras recibir dinero.

 

Estoy ligeramente desgarrado:

entre el amor (filia)

y el desamor romántico.

 

Me bañaba y mientras

el agua fría

bajaba por mi piel,

mientras mi mirada se enfocaba

en la pared de cuadrados azules,

pensaba en lo enamorado que

estoy de la palabra amistad (Filia)

y cuán cierto llega a ser

que los hombres

(hasta mi generación)

somos

homosociales y homoeróticos:

respeto, admiración,

abnegación y confianza con

nuestros amigos,

dialogo prístino y sin

dobles intenciones con

ellos mismos.

 

He pensado resolver

esa contradicción

abrazando la apariencia:

confiar en y ser confidente

de quien se acerca,

intentar aprender y enamorarme

de lo valioso del que habla,

es forzado para todos

pero se siente un poco más genuino,

un poco.

 

El rayo doblega,

su golpe es poderoso,

certero,

es como leche bajando por un muslo,

como un cuerpo desnudo ante un

espejo de cuerpo completo.

 

El rayo llega y consigue

que mi admiración,

sea dada,

sin ninguna puta excusa,

a una mujer,

ninguna excusa,

quisiera ser aliade y

decir

que mi crianza no me hizo

genuinamente selectivo,

que ha sido igual de fácil acercarme

a Miller que a Lispector,

no es así.

 

Admiro muchas mujeres,

ha sido un poco más o menos difícil,

tarde mucho en leer a Clarice,

sabía de ella pero no me acercaba,

tarde mucho en aceptar que mi madre,

que mi abuela,

que mis amigas, eran tan interesantes,

tan admirables,

tarde,

entre otras cosas

por el entrecruzamiento de

niveles,

porque la resistencia

permitió mi establecimiento

en mi infancia.

 

La historia no es

una historia de milagros,

el camino estaba hecho,

muchas y muy interesantes amigas,

unas queridas y profundas exparejas

que me hicieron chocar con

el espejo,

que me recordaron lo bueno y

lo malo de mi "cuerpo"

(nadie sabe lo que puede un cuerpo),

que me evidenciaron

los enfermizos ciclos en que vagabundeo.

 

No sé cómo decirlo,

el rayo se hizo real,

su eléctrico toque

prepara mi cuerpo para inusitadas

experiencias,

nuevos vacíos,

nuevas llenuras.

Mierda, es que aterra.

 

Por fin, algo que aterra,

algo que desestabiliza

y ese algo no es solo ella,

es mi situación pues

"si no me salvo a mí,

no la salvo a ella"

dice Gasset,

es así.

 

Aterrado, confundido, Deseoso,

arrobado entre dos abismos

que me observan,

que no siempre están allí,

que me ignoran,

que yo ignoro,

dos abismos que encogen mi corazón,

que diluyen la roca de mi pecho,

dos abismos que me llenan

de vértigo,

que me encogen la piel,

que me hacen pensar:

en dónde estoy,

qué puedo hacer y

qué tan inerme estoy.

 

Dolor y alegría,

la muerte y el nacimiento

hacen parte del

continuo de la vida,

nada se supera,

el pasado no queda atrás,

los ciclos nunca se cierran,

las heridas son marcas,

de profundidad variable,

el cuerpo es un amasijo de borraduras.

-Primer e infructuoso intento.

 

-EGO Derenif Yahir G.


26. Versificación, cigarros, malentendidos y autoestima

Versificación, cigarros,

malentendidos y

autoestima.

 

Sentirse eternamente inentendido,

incomprensible,

tiene huellas profundas en

el alma:

los erizos;

uno se comporta huidizo,

inseguro y

nihilista.

 

Qué es versificar?

es poesía barata,

es hacer verso y rima

algo que no ha sido

logrado

y es,

básicamente, dar una

moneda de cuero

pintándola color oro.

 

Yo versifico?

Quién no?

 

Puede alguien asegurar

que algún texto,

cualquiera,

es logrado?

Acaso no se comprobó

que ningún sistema

(axiomático)

es completo y

autocontenido?

 

Es que acaso nuestros versos,

nuestros textos,

pueden escapar a sus limites

materiales y ser omnipotentes?

 

Nueve de la mañana,

día frio,

se apaga el fuego

que consume

mi desesperada consciencia,

ya no hay ambición,

desaparece la necesidad por

asesinar y destrozar el ancla,

la cárcel,

que aferra y

da de comer.

 

9 de la mañana,

cigarro,

cara de imbécil,

poses falaces

que evidencian

su ridículo.

 

Dientes afilados,

cabeza suspicaz,

dientes afilados

que se hincan

en la carne

de mi espíritu:

vivisección sin

anestesia,

trocitos míos

en el quirófano.

 

Soez, ridículo

e imbécil

es ser único

y querer llegar

a ser

en los zapatos de

otros.


- Derenif?

domingo, 19 de julio de 2020

87. Tiene dos partes

No tengo arcanos en los labios,

no tengo jeroglíficos en la cabeza,

todo lo que se quiere saber se puede

preguntar;

aunque, podría no responderlo,

siempre

que haya repuesta, mi boca

la entregara gustosa,

es más mi boca, mis manos

ó mi cabeza si la produzco

después de no verte,

viajero.

 

La mudez no embellece, no envilece,

las palabras no limpian,

las palabras no arrugan las telas

de esta noche,

ni de este día, las palabras son

en los oídos que las escuchan,

el deseo desaparece

del corazón que quiere perderlo.

No hay obituario, ni hay secretos,

solo posibilidades de malentendido;

no hay cartas como tales, ya no hay

correspondencia. “hay un punto en que

hablas al altar, sabiendo que no te

escucha".

(Tiene dos partes)

El rezo, el rezo no es petición,

es expresión; en ese pecho

deseo no habrá, no hubo y no se espera,

fue aburrimiento, es comprensible;

hay juegos de juegos y

estos no son los míos,

lo mío es mío: hablar y hacer,

aceptar o negar el querer,

la ambigüedad después del

"acuerdo" inicial. No todo

se acuerda pero vivir en la

intemperie no es la solución

más inteligente para vivir tranquilo,

exceso de burocracia y exceso de

barbarie, ambos son problemas para

vivir feliz.

 

Escritos lejos de mis ojos,

oídos siempre abiertos,

el reojo, el reojo... Me pierden

los rabillos de mi mirada,

las letras que me encantan,

no solo las letras, los renglones,

los movimientos y lo que anida

en aquella carne, en ese cuerpo,

en esa alma.

 

Que todos sepan que no hay miradas,

no hay voces, ni esperanzas;

afortunadamente, resulta

mejor borrachera de un pisco,

de un mezcal, de yerba o jaegermeister,

que de una sonrisa espectral,

que de una eterna ausencia dibujada,

por mi alma, en luces de neón,

en perfumes divinos y en suspiros. La

bebida y yo no somos mucho,

pero sus brazos me alientan a sucumbir

en el tranquilo arrullo de la amistad,

en la calma de una cama vacía, el

desahucio de un guayabo de sábado,

sin esperanzas y sin esperas.

 

"No creo que sea bengalí, es madrileño".

 

Una respuesta: la muerte no es el nombre

del final, sino del cambio; la metáfora

de la podredumbre y el suicidio no son

el alzamiento de mi mano en contra mío,

son el acto del amor, la posibilidad de

vivir antes que perder mi vida;

en esa disciplina que nunca aprendí bien,

el tarot, la muerte como la torre son cambio.

Por lo tanto, no hay tal obituario.

 

Dos apuntes: (creo que todo esto no será leído),

1. interesantes cuentas, fascinante cuanto me

acordé del borracho homicida y me sorprendí

de ambos, de sus maravillosas imaginaciones.

2. Parece que hubo referencias a esas historias,

parece, parece. Letargo sonambular es donde

esta todo bien escrito,

lo mío también son referencias

3. Lo vi, lo volví a ver, leí y volví a leer;

un flashback me hizo sospechar que había un

remitente entre los borrones de las líneas,

ojalá sí. ojalá no. Quiero conocer(te).

(Tiene dos partes)

 

-Derenif?