¿Quién puso a dios en el cielo,
para sacarlo de allí?,
¿Quién dijo dioses
metidos en el olimpo, bebé?
Dice Heráclito
que todo es divino
(en la cocina hay dioses)
y yo diría
algo parecido.
Los altares siempre están vacíos,
los demonios caminan con nosotros,
de nuestro lado,
en nuestra carne.
La revelación no viene
del trasmundo,
la metafísica no acude al cielo,
al empíreo,
lo trascendente muere
como ontología.
La lujuria: Libido Sciendi.
Cuánto quisiera,
en la cabeza de artemisa
vagar como
fantasma advenedizo,
que su piel sienta
el helado toque de mis
pasos.
“Dios sive natura”,
algún día seré
spinozista
como Deleuze
(o leibnitziano?).
-Derenif?
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