Rebuscar a ver

viernes, 24 de julio de 2020

32. Orfandad y reflexión

Ahora la orfandad

no me agarra las solapas,

queda poco tiempo

pero no hay dolor,

no hay anestesia,

no hay inquietud;

de vuelta al mundo real,

la caída no fue un error

ò, tal vez, fue como todo

lo equívoco:

la necesaria resolución

del edén.

 

¿Cómo cocinaré?

¿Cómo lavare la ropa?

¿Cómo comeré?

 

Vacío de respuestas

(gotas diminutas,

rocío punzante

que cae del cielo),

plenitud de certezas.

 

Volver a ser humano,

volver a vivir,

a cocinar,

a ser,

la verdadera soledad

(me encanta:

la mañana sin saludos,

la extrañeza de un mundo

desolado),

volver a tomar las riendas

del caballo,

vigilarme y ser irresponsable.

 

-Derenif?


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