"[...]y no se asuste señorita,
nadie le ha hablado
de boda[...]"
Un guayabo de mierda,
menos mal nunca prometo
dejar de tomar,
me encanta.
Es una mañana fría,
hay música "romántica"
(con todo y el
veto que parece
tener ese término)
y un peche;
el abismo,
la fosa,
desaparece dentro
de mi pecho,
escondido entre las olas
de mi tranquilidad
(los relámpagos violan
el oscuro silencio
y desaparecen,
la tormenta después
de un tiempo
deja de asustar).
Con una melancólica,
enguayabada,
mirada observo
mi destino
(el pasado),
miro sus ojos
y recuerdo que
debemos aprender
a ser
actos fallidos.
Tranquilidad
en la tormenta,
como el cerdo epicúreo
(The calm
before the storm).
Escuchare Anathema:
"The storm
before
the
calm".
"Lightning song".
"Untouchable".
Guayabo de mierda
y ganas de follar,
necesidad de abrazos,
ganas de besos
y mordidas
(el malévolo cucarachón...),
ganas de ser distinto
por un momento,
de ser con alguien,
venenosos retruécanos,
nostalgia de complicidad,
de miradas coquetas y
enamoradas,
de besos antes de dormir,
de comer acompañado
en la cama.
Filia.
Nostalgia de mis amigos,
de mis amores,
de los libros,
los estantes,
los baretos y las risas,
de los besos en la lluvia
y las compulsivas carcajadas
ante el compartido desatino,
la locura de ambos (dos o más).
- Derenif?
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