Claro que el cuerpo es imaginario,
preciosa,
la imagen y la imaginación,
se imbrican, lúbricas y lúdicas.
lo real y lo significado,
lo último que
no es igual a lo que refiere,
y en ese bache
se crea la magia del significante:
Irreductible.
(me duelen la espalda, la cabeza y el día)
Mi cuerpo, y el tuyo,
está lleno de consciencia,
lleno de palabras,
de impresiones y recuerdos,
amarrados,
el problema de Molyneux
en su dimensión existencial.
Y ésa oposición entre fe y conocimiento,
entre ciencia y religión
(aunque creo que pasas de ambas),
entre ficciò y realidad,
entre ausencia y presencia,
aparición y desaparición,
entre animal y razón,
(es más el aullido del hombre son conceptos,
su pelaje son las prácticas y las palabras)
se diluye y palidece en los fanatismos,
ante las discusiones rusas sobre Kant
(y hachas).
La oposición palidece ante el placer
orgiástico de un párrafo oscuro deshilvanado,
palidece ante tu escritura y mis ojos
intentando agarrarla, hermosa poeta,
entre los resquicios que alabas,
si la ciencia maquinea,
la poesía también,
perreemos, amén.
Lo otro es una palabra que
ni siquiera señala la otredad.
(hay tanta riqueza, tanto por releer,
por buscar, por saber...
lastimosamente el texto está hasta ahí...
falta hablar sobre montes,
llanuras, pozos, animales y estertores,
cuanto es ficción?
eso es parte de lo que es el cuerpo)
(Pienso en Huang-Zu por un segundo)
- Derenif?
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